El complejo de piscinas completa las 155 habitaciones individuales previstas y logra su ocupación hasta el próximo curso con jóvenes foráneos

En septiembre, a dos semanas del inicio del curso universitario, el complejo intergeneracional de Monte Cerrao, Ovida, abrió la primera fase de su residencia de estudiantes con tan sólo 60 de las 155 plazas previstas en total. Los retrasos en el remate de las obras del espacio reservado a los alumnos de la Universidad impidió a los promotores llegar a tiempo al mes de julio, cuando muchos estudiantes eligen su alojamiento para el siguiente curso. La demora no permitió captar más reservas y, para las conseguidas, bastaban las 60 habitaciones abiertas al comienzo del ciclo escolar. De los primeros residentes, un 80% procedía de otras comunidades autónomas.
Cinco meses más tarde, Ovida anunció ayer la apertura de la segunda fase de la residencia estudiantil con 95 plazas más, todas en habitaciones individuales. Con el curso empezado, los promotores -la constructora Ceyd y el Grupo Instituto Gerontológico- han buscado otro tipo de 'clientes'. Los primeros en estrenar los nuevos dormitorios serán los jugadores de la quinta edición del torneo de fútbol base Oviedo Cup, que arrancó ayer y cuya fase final se disputará este fin de semana.
Extranjeros
Para la temporada estival, Ovida ha logrado ya «una ocupación del cien por cien» de las nuevas plazas, según informó la empresa en una nota de prensa, gracias a que acogerán durante su estancia veraniega en Asturias a estudiantes extranjeros. La apertura de la segunda fase de la residencia estudiantil, que cuenta con piscina climatizada, gimnasio, biblioteca y sala de informática y televisión entre otros servicios, pone fin a un proceso iniciado en 2004, cuando el Ayuntamiento concedió a los promotores la parcela para poner en marcha el equipamiento en un contrato de obra y concesión.
Hasta dos años después, no se aprobaron ni el proyecto, ni las tarifas, que fueron revisadas al alza a petición de los promotores el año pasado, incluso antes de la apertura que para la residencia de mayores llegó en verano y para la primera fase de la de estudiantes, en septiembre.
El centro intergeneracional ocupa 33.000 metros cuadrados en una parcela de la urbanización de Monte Cerrao, ya próxima a El Cristo. Los servicios no se reducen a los de alojamiento, incluyen un centro sociocultural, uno deportivo, un área médica, un centro lúdico comercial y un garaje con capacidad para más de 250 plazas de vehículos, entre otros.
Los retrasos acumulados, tres años sobre la primera fecha anunciada por el Ayuntamiento y los promotores, complicaron el desarrollo del proyecto. Las empresas chocaron con la crisis financiera, justo cuando comenzaban las obras de construcción. Las dificultades de financiación y el endurecimiento del crédito elevaron los gastos financieros un 173%, según los datos que la empresa facilitó al Ayuntamiento al solicitar la revisión de tarifas.